martes, 26 de mayo de 2009

Principios electorales que utilizan los políticos.

Si todos tuvieramos una información perfecta y pudiéramos conocer cuál es la mejor alternativa, los resultados de las elecciones seguramente estarían cantados, todos elegiríamos al mismo candidato al ser objetivamente mejor. Sin embargo, en el mundo real, la información no es perfecta y las decisiones del ser humano se guían muchas veces por impulsos no racionales.

Muchos son los autores que han estudiado cómo funcionan los procesos electorales. En las siguientes líneas se notará la influencia, sobre todo, de Anthony Downs. En concreto, quiero hacer referencia a dos cuestiones que, si bien al leerlas todos pensareis que son obvias, seguramente no nos hemos parado a reflexionar todo el significado que llevan detras. Estas cuestiones son:

    • No todos los votos valen lo mismo.

    • El uso de la ideología para movilizar el voto.

La primera afirmación puede llamar la atención, uno de los grandes avances del siglo XX, la paridad en el voto, y este hombre nos dice que no todos los votos valen lo mismo. Sin embargo, es así. Nominalmente mi voto vale lo mismo que el de cualquiera, pero potencialmente mi voto puede valer o muy poco o mucho.

Me explico, desde el momento en que la persona A puede influir en la persona B para que vote en un determinado sentido, el voto de la persona A vale mucho más que el de la persona B, de hecho el voto de la persona B pasa a valer muy poco, ya que, al político le es indiferente convencer a B, sabe que si consigue el voto de A tendrá el voto de B y, por tanto, si tiene que realizar esfuerzos para conseguir un voto, intentará complacer a la persona A antes que a B.

Aunque es un poco enrevesado, la aplicación práctica es muy sencilla y visible. Pongamos que yo sé que “El canto del loco”, por decir un grupo cualquiera, tiene un gran número de fans que son influenciables por el mencionado grupo: intentan vestir como ellos, cantar como ellos, leen sus entrevistas, sus formas de pensar... Me resulta mucho más fácil intentar conseguir que “El canto del loco” me vote que perseguir a miles de jovenes que si bien son influenciables por “El canto del loco” no lo son por mi.

Esto es una explicación de muchísimas facetas del comportamiento político, por ejemplo, por qué cuando llega una campaña los políticos se desviven para que los artistas y deportistas aparezcan junto a ellos o por qué determinados sectores de la población son totalmente olvidados por los políticos tanto en la campaña como en sus propuestas electorales: no sólo no le van a captar votos sino que incluso pueden restarles.

Como podéis ver no todos los votos valen lo mismo, tu voto vale menos que el de Iniesta, Pau Gasol, Melendi o “La Oreja de Van Gogh”.

Como he dicho al principio, la información no es perfecta, nadie es capaz en la sociedad actual de conocer todos los factores que le afectan económica o socialmente, y aunque los conociera no sería capaz de analizarlos para conocer qué opción es mejor. Eso en un mundo ideal, en la realidad, los ciudadanos, por regla general, ni siquiera conocen el programa electoral del partido al que votan (de conocer el programa de la alternativa ni hablamos), de hecho diría que ni siquiera conocen 5 propuestas concretas del programa de su partido. Esto podría producir cierto desconcierto en el político que se podría plantear ¿qué explico yo si nadie va a hacer caso a mis propuestas?

Para solucionar este dilema del político existen las ideologías. Una ideología "es el conjunto de ideas sobre el sistema existente (económico, social, político...)"

Los políticos todos los días dan gracias de la existencia de las ideologías porque les ahorran el trabajo de tener que explicar seriamente qué es lo que proponen, basta con que intenten identificarse con una ideología e intentar atraer al máximo número de personas a la misma. Las ideologías tienen sus propias características comunes como que un partido no puede seguir, en principio, dos ideologías diferentes y que la ideología ganadora tiende a ser imitada por el resto de ideologías. El peligro en este último caso es que te alejes hasta tal punto de tu ideología originaria que pierdas seguidores.

Creo que no hay que hacer un gran esfuerzo para observar ejemplos en la política española reciente: la eliminación del servicio militar por el PP, el continuismo de la política económica del PSOE, el acercamiento de IU al PSOE que tanto le ha dañado...

La ideología le sirve al político para no tener que dar grandes explicaciones. La representación del juego de las ideologías lo he visto perfectamente resumido en una expresión de un artículo de JRMora “Borregos rojos contra borregos azules”. Da igual lo que haga el propio partido, es su partido y siempre le votará. Los partidos políticos lo saben y, por ello, tratan de crear una gran seña de identidad, el sentimiento de grupo ya que saben que así están fidelizando a sus votantes.

La conclusión de este artículo no es muy diferente de la que hice en el artículo “La política del miedo”. Necesitamos una Educación que cree ciudadanos con un alto sentido crítico, ciudadanos que sean capaces de decidir por sí mismos y no se dejen llevar por la primera corriente que pase o les hayan inculcado en su hogar. No es raro encontrar a quien dice que a los políticos no les interesa este tipo de ciudadanos, yo creo que simplemente requiere un gran esfuerzo en Educación que todavía no se ha llevado a cabo.



P.D: Los nombres de famosos utilizados en este artículo han sido escogidos al azar sin conocer ni sus tendencias ni su implicación política.

sábado, 16 de mayo de 2009

O cañones, o mantequilla

He visto en la página web del Ministerio de Economía y Hacienda que se ha concretado la propuesta realizada por Zapatero de reducir el gasto público en 1.000 millones de euros, señalando en que cantidad van a redudir su presupuesto de gasto los distintos ministerios.

Se me ha ocurrido ver que proporción representa esta reducción respecto del
presupuesto asignado y así he obtenido la siguiente tabla, donde se señala el presupuesto inicial, la reducción sufrida y el porcentaje que representa dicha reducción respecto del presupuesto inicial de alguno de estos ministerios:


Lo que más me ha llamado la atención, es que de los 3 ministerios que más ven reducido su presupuesto, dos de ellos són el Ministerio de Industria y el Ministerio de Ciencia. Esto choca, en principio, con la idea de que se ha de producir una reconversión industrial, pasar de una economía basada en el ladrillo a otra economía más moderna.

Por otro lado, también me ha llamado la atención lo poco que se ha reducido el presupuesto de Defensa, siendo uno de los presupuestos más altos, la reducción que sufre no es que sea inferior en terminos relativos a la de Industria y Ciencia sino también lo es en terminos absolutos (57 millones respecto a los 135 y 289 de los otros ministerios). Esto me ha recordado la famosa frase del economista Paul. A. Samuelson “O cañones o mantequilla


miércoles, 13 de mayo de 2009

Comentarios a las propuestas de Zapatero en el Debate

Se ha anunciado el nuevo paquete de medidas del Gobierno para atajar la crisis y me gustaría hacer unos breves comentarios personales sobre alguna de estas medidas.

  • Supresión de la deducción por vivienda para rentas superiores a 24.000 euros: tal vez la medida estrella, no por lo importante que pueda ser para la economía sino por su repercusión mediática. Esta supresión se lleva barajando desde la modificación del impuesto en el año 1998. Los argumentos en su momento para suprimir la deducción es que en un momento donde el precio de la vivienda crecía rápidamente esta deducción únicamente ayudaba a subir el precio y que, por tanto, el resultado final es que se obstaculizaba al ciudadano el acceso a la vivienda. Se afirmaba que el que disfrutaba de la deducción era el constructor ya que subía el precio beneficiándose de la medida. Podría pensarse que, por ese mismo motivo, suprimir la deducción en un momento como el actual donde una caída de precios elevada podría ser muy grave para la economía puede ser contraproducente.

    El Gobierno plantea que esta medida va a tener un efecto anuncio muy importante, ya que, al suprimir la deducción en dos años se está incentivando que la gente compre antes de dichos dos años, que es precisamente lo que necesita la economía: eliminar el stock de viviendas tan grande que existe en estos momentos. Se está incentivando que todas aquellas personas que quieren comprar casa pero están esperando que baje todavía más el precio para realizar la compra tengan una razón de peso para adelantar la adquisición. Sin embargo, esta visión no se ajusta a la realidad. La gente no compra gracias a la ayuda (que es de un máximo aproximado de 1.300 euros anuales) sino que la gente no compra porque, o bien no tiene un trabajo estable que le permita meterse en una inversión a tan largo plazo, o bien las entidades financieras no le dan crédito con su trabajo actual.

    En estas circunstancias, la amenaza de suprimir la deducción incentiva bien poco por dos razones: porque el que no puede comprar por los motivos expuestos va a seguir sin poder comprar, con o sin deducción, y porque, ante la expectativa de bajadas de precios la gente puede preferir esperar incluso perdiendo la deducción (que son 1.300 euros si esperas que bajen los pisos 20.000 euros).

    En resumen, la medida es fruto de una gran improvisación y, si bien, hubiera sido una buena medida hace unos años en pleno periodo especulador, ya que, hubiera podido frenar levemente la escalada de precios, hoy en día, no tendrá ningún efecto real en la economía distinto del aumento de recaudación.

  • Rebaja de 5 puntos en el Impuesto sobre Sociedades para las PYMES: esta medida complica enormemente la situación. Recordemos que el concepto de PYME no se recoge en el Impuesto sobre Sociedades que habla de Empresas de Reducida Dimensión (ERD), concepto que no tiene nada que ver con el contenido en este propuesta, por lo que se crea una especie de régimen especial nuevo. Es decir, es una medida que añade complejidad y que puede llegar a ser muy difícil de comprobar, incentivando conductas fraudulentas. Considero que si lo que se quiere es bonificar el empleo, lo mismo se podría conseguir reduciendo las cargas sociales a cargo de la empresa, siendo el resultado el mismo y dificultando la realización de conductas defraudatorias.

  • 2000 euros para adquirir un coche: parece que se trata de ayudas directas y no un nuevo plan prever, es decir, que es como si fuera un descuento de 2.000 euros directamente para adquirir un coche. El principal problema es que condiciona la existencia de la ayuda a la colaboración de las Comunidades Autónomas y los Fabricantes. No sé hasta que punto estos últimos estarán dispuestos a hacer un descuento de 1.000 euros, así como así, por lo que esta medida puede quedar en un brindis al sol.

  • Un ordenador portátil para cada alumno de quinto de primaria: tal vez la medida más populista y con menor sentido económico. Una parte de la comunidad internauta ya está solicitando que, por lo menos, dichos ordenadores no lleven incorporado Windows sino que funcionen con Linux, ya que, no tiene mucho sentido que el Estado se gaste una millonada en licencias de una empresa privada americana, sobre todo, cuando debería ser su función promover el software libre. La implantación de linux en los portátiles estaría, además, más que justificada en Comunidades Autónomas que tienen sus propias distribuciones como Guadalinex en Extremadura o Lliurex en la Comunidad Valenciana.

  • Nuevo Fondo de Inversión Local dotado con 5.000 millones de euros para obras medioambientales, tecnológicas y sociales. Si en su momento ya critiqué el anterior fondo por su ineficacia, éste no presenta mejor pinta. Parece más racional que ese dinero se destine a una planificación detallada a nivel estatal y no improvisada. Es muy probable que vuelva a suponer gastar por gastar pero sin efectos apreciables.

  • Exención fiscal de la tributación del cheque-transporte: Por último, quería destacar esta medida en cuanto a que me parece un método bastante apropiado para incentivar el transporte público. El coste para el erario público es muy reducido y, en principio, puede tener efectos realmente eficaces.

viernes, 1 de mayo de 2009

La política del miedo

Hay dos premisas de las que parte la siguiente exposición: el ser humano es un ser social y las emociones se contagian. Estas dos ideas unidas a la extensión de la información a través de los medios de comunicación han producido que se haya impuesto en nuestra sociedad lo que se conoce como política del miedo.

Antes de la aparición de los periódicos y otros medios masivos de información existía, lógicamente, el miedo, pero un miedo abstracto (el miedo a la muerte, al castigo de Dios...) un miedo que era más difícil de direccionar en un sentido concreto, porque los mensajes no llegaban a toda la población.

Esta situación cambia y alcanza su apogeo en el siglo XX al unirse a los periódicos (que después de todo necesitaban a gente que supiera leer), la radio y la televisión. Es en el siglo XX, cuando realmente la política del miedo se instaura en todo su esplendor. El objetivo es mantener a la sociedad asustada, ya que, cuanto más asustada esté, menos racional será su comportamiento y se dejará llevar por las consignas de quien consideré que pueda solucionar la causa que produce el miedo. En este sentido, el ser humano, al estar asustado, se comporta como una manada que sigue al líder, se convierte en un animal incapaz de pensar por sí mismo y que se deja llevar.

La idea es atractiva para muchos poderes y no es muy difícil pensar en ejemplos a lo largo del siglo XX, como el miedo que se despertó entre los ciudadanos, tanto en EEUU como en los países comunistas, durante toda la guerra fría. No hay que irse muy lejos, ni en el tiempo ni en el espacio, para descubrir el uso de la política del miedo en nuestro país. Sólo basta analizar las elecciones de los últimos 20 años para ver que los discursos están plagados de esta política por todos los partidos: los vídeos del doberman y si gana el PP se acaban las pensiones, el “España se rompe” del PP, el PP nos llevará a una nueva guerra de Irak, las visiones postapocalípticas del PP si el PSOE ganaba las últimas elecciones, las consecuencias de un gobierno del PSOE en el País Vasco para los nacionalistas...

Podemos observar, que en cada proceso electoral los partidos políticos están más preocupados en crear un estado anímico en sus electores, que les lleven a votarlos en masa, que en exponer sus ideas y tratar de convencer a los electores racionalmente. El esfuerzo para el político es mucho menor.

Pero la política del miedo no es un instrumento exclusivo de los políticos, también se sirven de ella los medios de comunicación. A los medios de comunicación la alarma social, el miedo les es igual de útil que a los partidos políticos. Una sociedad alarmada, con miedo se engancha a los medios porque quiere saber más, quiere escuchar una noticia que le permita estar tranquilo y, por tanto, incrementará la audiencia de dichos medios de comunicación. Y eso, en mi opinión, es lo que está pasando, vergonzosamente, con la denominada fiebre porcina (ahora denominada gripe A (H1N1) para no perjudicar la venta de carne). Vamos a ver unos datos relativamente objetivos:

Con estos dos datos, no digo que no haya que tomar las medidas oportunas para evitar males mayores pero, ¿realmente ha de llevarnos a la psicosis que estamos viviendo? Eso es lo que provocan los medios de comunicación, la sensación de terror, de que nosotros podemos ser los próximos, cuando los datos nos dicen todo lo contrario, hay cientos de causas más probables de muerte que la gripe porcina (pensemos que al 0,196% de probabilidades de morir si resultas infectado hay que unir las probabilidades de resultar infectado, lo que hace el porcentaje despreciable) a las que ignoramos totalmente.

Sin embargo, las televisiones y periódicos nos bombardean continuamente con esta noticia, parece ser que el tema de la crisis ya no vendía y necesitaban un nuevo gancho que nos mantuviera pegados al televisor. Permitidme añadir este enlace del genial Forges con el que estoy totalmente de acuerdo.

¿Cómo combatir la política del miedo? Pues, para mí, son necesarios dos elementos: Educación e información. La educación en cuanto que es necesario enseñar a los niños (y a las personas en general) a ser críticos, a no creerse las cosas porque las diga un periódico (que se equivoca como todos) sino que sea capaz de valorar diferentes alternativas y, decidir por sí mismo, cuál considera más adecuada. Este fue uno de los principales aciertos, a mi modo de ver, de las últimas políticas educativas, no centrarse sólo en los contenidos sino también en las actitudes como la capacidad crítica (otra cosa es que al final ni se aprendan actitudes ni contenidos, pero ese es otro tema).

Por otro lado, nos encontramos con la falta de información, es difícil, complicado y engorroso, en la mayoría de los casos, encontrar cifras objetivas que podamos analizar por nosotros mismos. Nos llega mucha información, pero ya tamizada y tratada por los medios de comunicación, es necesario facilitar el acceso a la fuente de dicha información para que podamos contrastarla por nosotros mismos y decidir si dicha fuente es fiable. Recomiendo también el siguiente enlace donde se nos muestra lo difícil que es realizar un estudio ante la falta de información fiable.


Actualizado: He actualizado los datos de infectados de gripe porcina, porque conforme se van confirmando los casos fuera de Mexico va reflejando unas cifras más acordes con la gripe común.